#32 Emprender: ¿Un sueño o una pesadilla?

Otra vez más llega septiembre y con él ese momento del año en el que experimentamos sentimientos encontrados. Por un lado, la desolación de ver cómo se acerca el final de un verano que cada año parece más corto. Adiós a la playita, al terraceo, a la jornada intensiva y a una época donde, para muchos, el nivel de estrés y la carga de trabajo se reducen considerablemente.

Sin embargo, por otro lado, éste es también uno de los períodos más emocionantes. Con las pilas cargadas después de las vacaciones, es el momento de hacer balance de nuestro recorrido profesional y de marcarnos nuevos retos que alcanzar durante el “curso laboral” que comienza. Un punto de partida excitante para todos, pero quizás aún más intenso para aquellos “locos” y “locas” que han elegido el camino de ser emprendedor o freelance. Un camino arduo, lleno de complicaciones, pero también cargado de recompensas donde, muchas veces, el esfuerzo merece la pena.

Como ya sabemos, el mundo laboral ha experimentado una transformación profunda en los últimos años. El auge de la tecnología y la conectividad ha dado lugar a un nuevo contexto de oportunidades para profesionales independientes en el sector digital. También en el mundo de la analítica digital somos muchos los que hemos decidido tirarnos a la piscina y comenzar a emprender por nuestra cuenta enfrentándonos así a un camino muy diferente en comparación con una carrera tradicional en una empresa. Ni mejor ni peor, simplemente distinto.

Una de las diferencias más notables es el tener que asumir todas las responsabilidades relacionadas con tu propio negocio: gestión financiera, captación y selección de clientes, búsqueda de trabajadores y/o colaboradores, toma de todas y cada una de las decisiones estratégicas, definición de metodologías… Éste es quizás uno de los retos más complejos, ya que implica asumir diferentes roles que en una empresa ya consolidada realizan multitud de perfiles especializados: debes ser el comercial, el community manager, el director, el de recursos humanos, el contable, el project manager, el becario… Y todo esto sin dejar de ser un profesional competitivo y siempre actualizado, evidentemente.

Por otro lado está la inestabilidad financiera. No todos los meses entra la misma cantidad de dinero en la cuenta, de hecho, puede haber temporadas que no lleguen los ingresos y, temblando, veas como cada día queda menos dinero en la cartera. Menos mal que también hay épocas buenas donde los ingresos pueden compensar esos meses de “vacas flacas”.

Por si fuera poco, en el mundo de la analítica hay grandes empresas con magníficos profesionales, por lo que estás obligado a destacar de alguna forma en este mercado demostrando tu valía a través de la calidad de tu trabajo y siendo realmente competitivo.

Los desafíos no son pocos ni sencillos y puede que en muchas ocasiones sean escollos demasiado grandes para que demos el salto para montar algo por nuestra cuenta. Sin embargo, emprender también tiene ventajas que justifican este esfuerzo.

Uno de los aspectos más motivadores es la libertad que conlleva: poder hacer lo que te dé la gana y cómo te dé la gana; elegir los proyectos que realmente te estimulen, establecer tus propios horarios o trabajar desde donde quieras. Sólo tienes que adecuarlo a los servicios que ofreces y que éstos sean lo suficientemente atractivos para que tus clientes paguen por ellos. Emprender te permite escapar de marcos de trabajo más o menos flexibles definidos por una empresa o un superior y así poder desarrollar distintas soluciones innovadoras sin tener que rendir cuentas a nadie. El éxito o fracaso de éstas serán los únicos jueces que dictaminarán si estás yendo por el buen camino o no.

Otra de las cuestiones a tener en cuenta es el aspecto económico. Si la inestabilidad aparecía como uno de los grandes contras, al mismo tiempo el potencial de crecimiento económico es muchísimo mayor con respecto al de un trabajador por cuenta ajena. Si das con la tecla adecuada puedes llegar a conseguir ingresos muy por encima de lo que conseguirías en una trayectoria profesional convencional.

En realidad no hay una opción mejor o peor. Elegir una carrera profesional por cuenta propia o ajena es una decisión muy personal y va a depender de si consideras que las potenciales recompensas superan o no a los sacrificios y riesgos asumidos.

Y tú, ¿Cómo te ves? ¿Te gustaría dar el paso y montar algo por tu cuenta?

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Equipo Datola
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