Hace un tiempo, me di cuenta que la analítica digital me hablaba en un idioma que no entendía…aún. Decidí aprenderlo y embarcarme en este mundillo después de estar en un departamento de marketing donde me daba la sensación que era al único que le importaban los datos. Así que, como todo principiante, me sumergí en un mar de datos, gráficos, KPIs y métricas que no siempre entendía (algunas sigo sin entenderlas).
Me informé y formé por todos lados, y siempre tenía la sensación de que me quedaba corto. Siempre parecía que había alguien que sabía algo que yo no. Y si no era eso, aparecía un nuevo puesto que no conocía (siempre en inglés, claro, porque suena más chic), o un curso mejor y más completo que el que yo estaba haciendo. Aún así, quise seguir, porque me gustaba y no me importaba dedicarle horas y horas a intentar entender los datos.
Lecciones aprendidas en el camino
En este punto, la gran Analítica Digital, me dio mi primera lección. Y es que, uno de mis primeros errores fue querer ser un ‘todólogo’. Quise dominar cada herramienta a la vez (sí, mala idea), y lo único que conseguí fue una buena dosis de frustración y una lista interminable de pestañas abiertas en el navegador. Creo que mucha gente, sobre todo si estás empezando, habrá sentido esta sensación. ¡Al menos decidme que no estoy solo!
También caí en dos trampas más. La primera fue subestimar la calidad de los datos y no darle a este punto la importancia que merece (ahora me doy cuenta que es imprescindible); y la segunda, abrumarme con la cantidad de nombres super chulos y diferentes que hay para llamar a los analistas digitales: digital analyst, data analyst, digital analytics, digital data analyst, web analyst, etc. Te invito a que busques alguno de estos conceptos en LinkedIn y veas la fiesta que hay.
Lo positivo del viaje en la analítica digital
Eso sí, también hay muchas cosas buenas. La primera, que estoy empezando en este mundillo y la verdad que lo estoy disfrutando. La segunda, que hay una muy buena comunidad detrás que comparte frustraciones y te ayuda muchísimo a que puedas encontrar tu camino (te recomiendo que vayas a eventos del sector, yo de momento solo he ido a uno, pero fue un chute de motivación conocer a gente tan top y con tanta experiencia). Y obviamente, lo positivo, que puedes ejercer este trabajo desde el salón de tu casa, que es de agradecer la verdad.
Conclusión: la analítica digital no es para tomársela con prisas
Como conclusión final, te diría que si algo he aprendido en este año que llevo en el sector, es que la analítica digital, no es una carrera de velocidad, sino de resistencia (típica frase, pero muy real). Ponerte objetivos claros, aprender de los errores y mantener el entusiasmo por los datos es lo que me ha permitido avanzar. Y si estás comenzando, ¡ánimo! Lo bueno es que el camino apenas empieza y siempre hay algo nuevo por aprender.