Ya estamos en septiembre otra vez y es hora de volver a la rutina: se acaba la jornada de verano, vuelven los niños a los coles, se llenan las universidades, retomamos las clases de inglés, el gimnasio, el máster…
Como comentábamos en la última newsletter, agosto suele ser un mes tranquilo en el trabajo. Muchos se van de vacaciones, desconectan y reflexionan sobre la vida, tanto personal como laboral. Otros prefieren trabajar ese mes, que como decimos suele ser tranquilo, y aprovechan para sacar de delante todas esas tareas que tenían en cola y para las que parece que nunca hay tiempo. Y más vale que les dé tiempo a acabarlas todas en agosto, porque amigo mío, septiembre suele ser justo lo contrario a agosto: ajetreo, movimiento y estrés.
Si agosto es el mes de la reflexión, septiembre es el mes de la ejecución. Todo lo que hemos pensado en nuestros días libres, lo queremos llevar a cabo cuanto antes. En septiembre casi todo el mundo está de vuelta en la oficina con energías renovadas. Entramos en el último trimestre del año y es el momento de darlo todo en el sprint final para alcanzar los objetivos anuales.
A estas alturas gran parte del trabajo anual planificado ya debería de estar muy avanzado o incluso cerrado. Deberíamos de empezar septiembre haciéndonos algunas preguntas. ¿Nos queda mucho para cerrar los objetivos marcados a principios de año? ¿Los damos ya por perdidos? ¿Por qué nos hemos desviado del camino? ¿Hemos logrado otros objetivos “improvisados”? ¿Ha habido cambios en la empresa/plantilla que nos han impedido avanzar al ritmo esperado?
Si crees que estás en el buen camino, ¡enhorabuena! Sólo nos queda aconsejarte que no te duermas en los laureles y no pierdas el foco en los próximos meses. Es una pena desviarse del camino marcado justo al final del recorrido.
Si por el contrario, crees que en algún momento del año te has perdido, no te preocupes, aún hay margen de maniobra para redirigir tu estrategia. Revisa tus objetivos, estudia su importancia y también el progreso que llevas en cada uno de ellos. Puede que algunos estén todavía sin empezar y quizás otros estén a punto de cerrarse. Haz una lista con toda esta información y prioriza. Sabemos que suena sencillo, y también sabemos que no lo es 😉.
Si tienes objetivos a punto de caramelo, ve a por ellos. Si tienes objetivos que aún no has empezado, pero que son claves para la compañía, simplifícalos. Márcate hitos a realizar para conseguir esos objetivos y apúntalos como micro objetivos para lo que queda de año. Nuestro consejo es que de este ejercicio de evaluación extraigas una lista de objetivos alcanzables para centrarte en ellos en lo que queda de año.
Sólo nos queda transmitirte mucho ánimo en la “vuelta al cole”. Nos esperan meses de trabajo duro, no sólo para cerrar el 2021, si no para empezar a planificar el 2022: nuevos proyectos, nuevos objetivos, cierre de presupuestos, restructuración de equipos… Pero recuerda, nosotros estaremos aquí apoyándote y podrás compartir con la comunidad tus éxitos, frustraciones, dudas o cualquier cosa que necesites ❤️
🔎 Datola Holmes 🎖️
Viene el reto, viene el Datola Holmes: un acertijo, una pregunta, un enigma que solo los más curiosos serán capaces de acertar edición tras edición.
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