Como todos sabemos, el mundo de la analítica digital está viviendo un momento de transición profunda. El anuncio de Google de la fecha de caducidad de Universal Analytics ha puesto al sector patas arriba. Después del momento de pánico inicial, las empresas por fin se dieron cuenta de la necesidad de mirar al futuro (ya casi presente) y decidir cuál será su nueva herramienta de medición favorita. La mayoría será continuista y optará por Google Analytics 4 (¿cómo competir contra la gran G y sus presupuestos ilimitados?).
Este cambio no es algo superficial. Es de los que pasan una vez cada década y que nos obligan a adaptarnos a un nuevo paradigma. Una nueva forma de recolectar la información, una nueva manera de procesarla y una nueva manera de explotarla. Un duro quebradero de cabeza para las empresas:
- ¿Qué vamos a hacer con los datos que tanto nos había costado recolectar?
- ¿Cómo vamos a obtener la nueva información?
- ¿Cuándo estaremos sacándole todo el partido a nuestros datos?
- ¿Cuánto nos va a costar tener unos datos a la altura de los que ya teníamos?
- ¿Por qué nos hacen esto cuando por fin teníamos todo controlado?
Para cualquier empresa es todo un reto adaptarse correctamente a un cambio de este calibre. Sin embargo, los que verdaderamente se enfrentan a un duro desafío son, una vez más, los propios profesionales.
Tras años de sangre, sudor y lágrimas intentando comprender y controlar todo un ecosistema de medición tan amplio (Tag Manager, Analytics, DataStudio, Big Query…), de repente todo salta por los aires. Mucho de lo que has aprendido ya no sirve, se hace necesario dar un par de pasos para atrás y de nuevo hincar el codo duramente para volver a familiarizarte con un sistema nuevo casi desde cero.
Bueno, quizás no desde cero, algo siempre queda (menos mal). Tras años de autoformación constante vas adquiriendo una base que es lo que realmente avala a los grandes profesionales con años de experiencia. Es su principal punto fuerte. Una vez consigues esa base sólida de conocimientos y habilidades relacionadas con tu ámbito, te vas haciendo más inmune a este tipo de cambios. El tiempo de puesta al día se acorta y en un periodo razonablemente breve ya estás rindiendo otra vez al mismo nivel que antes.
Siendo sinceros, no nos podemos quejar mucho. Cuando empezamos en esto ya sabíamos que no iba a ser fácil. Ya nos lo habían advertido: “¡Cuidado! para este tipo de trabajo hay que estar constantemente actualizado”. Y sí, no lo niego, si nos hemos metido en este mundo es porque realmente disfrutamos con este tipo de desafíos. Todo eso es cierto, pero no quita que en ciertos momentos tanto cambio pueda llegar a resultar agobiante.
No hay alternativa, en un sector que evoluciona a la velocidad de la luz es raro el día que no te enfrentas a lo desconocido. Sabes que tienes capacidad para hacerlo pero no tienes ni idea de cómo lo vas a abordar hasta que investigas, te formas, te actualizas y adquieres una nueva habilidad. Foros, videotutoriales, documentación infinita, comunidades, cursos, gurús (de los buenos, no de los del humo), compañeros que saben más que tú en algún tema… son nuestros principales aliados durante toda nuestra carrera profesional.
En todas las profesiones la actualización es necesaria. Siempre hay que adaptarse a las circunstancias externas, tan cambiantes en nuestros días, y a modos y metodologías de trabajo diferentes que nos permitan optimizar nuestra labor. Sin embargo, la velocidad a la que va el mundo de la tecnología es desorbitada y hace que la actualización no sea una opción, sino una necesidad. Hasta el mayor de los especialistas en su rama tiene que seguir formándose de manera constante.
Diría que la clave de poder hacer una carrera larga y exitosa en una profesión relacionada con el mundo tecnológico es que seas una persona que disfrute el estar en un continuo proceso de aprendizaje. Que realmente mantenerte actualizado no sea para ti un esfuerzo sino una pasión. Que tu curiosidad por conocer cosas nuevas esté por encima de la pereza por aprenderlas.
Y vosotros ¿qué opináis?:
- ¿Merece la pena una profesión que te obliga a invertir tanto esfuerzo en formación?
- ¿Tener que actualizarse constantemente puede llegar a cansar?
- ¿Es necesario en algún momento evolucionar hacia perfiles de gestión que te permitan tomar un poco de aire?
- ¿Seré capaz de mantener este ritmo hasta que me jubile?
- A pesar del tiempo que dedico a formarme y a actualizarme ¿realmente sé algo?
🔎 Datola Holmes 🎖️
Viene el reto, viene el Datola Holmes: un acertijo, una pregunta, un enigma que solo los más curiosos serán capaces de acertar edición tras edición.
No tengas miedo a equivocarte, para eso estamos aquí.
Enlace Newsletter:
Si prefieres leerla tal y como la leyeron nuestros suscritores. No te preocupes, te la dejamos por aquí: